¿Cuánto Cobrar por una Campaña Fotográfica Comercial? Mi Respuesta y Consejos
Hace poco recibí un mensaje de un colega fotógrafo que me pedía orientación. Le habían ofrecido una campaña comercial de un día para una cadena de supermercados, con tema de Halloween, niños y productos.
El cliente proveería el talento, el moodboard y el espacio, y él llevaría su propio equipo de iluminación, cámaras, modificadores y un asistente.
La entrega sería de unas 15 a 20 fotos retocadas.
Su duda era clara: ¿cuánto debo cobrar?
Él mismo me confesó que pensaba en un rango entre $800 y $1,200 dólares, pero tenía miedo de estar regalando su trabajo.
Y entiendo perfectamente la inquietud.
Mi manera de verlo
*Voy a usar categorías de rangos porque no ofrezco paquetes fijos. Evalúo cada caso y cotizo basado en los detalles del proyecto. ¿Cómo? Haciendo muchas preguntas detalladas desde el comienzo.
Le compartí lo siguiente: en mi caso, con 20 años de experiencia (y desde hace 8 a 10 años ya), suelo cotizar proyectos similares, donde el cliente necesita contenido para campañas de redes, entre $2,000 y $4,000 por día de producción. Ese precio diario cubre hasta 10 a 20 fotos finales, con retoque básico o con ajustes mínimos en Photoshop.
Cuando cotizo para campañas formales que combinan medios tradicionales y digitales, por ejemplo, fotos de producto y de ambiente en estudio, o tipo lifestyle en locación con retoque comercial, en vez de cobrar por día, prefiero cotizar por foto final entregada.
En ese caso, el rango puede ir entre $250 y $1,500 por foto, dependiendo del uso que el cliente le vaya a dar (por ejemplo, anuncios masivos en medios tradicionales vs. posts pagados en redes sociales).
No le dije que él cobrara lo mismo. Le expliqué que todo depende de factores como:
- Su experiencia y portafolio.
- El tipo de cliente y el alcance de la campaña.
- Sus costos operativos: equipo, asistentes, transporte, edición, etc.
- Y, sobre todo, el valor que la imagen tendrá para el cliente.
No es lo mismo un brunch local con una sola locación que una marca nacional con cientos de franquicias alrededor de la isla. El potencial de ganancia se cobra. Una buena foto puede generar millones en manos de una marca reconocida con presencia nacional o internacional.
Además, le aconsejé: deja siempre un margen en tu precio. Así podrás negociar sin bajar de un punto que no ganes tu mínimo ideal.
Cosas que a veces no consideramos
Al cotizar, no estamos cobrando solo por el día del disparo. Detrás de cada proyecto hay tiempo de preparación, reuniones, correos, logística, selección y entrega de fotos, y horas de edición que no siempre ocurren el mismo día. También hay gastos invisibles: ropa y presencia profesional, props o fondos, gasolina, desgaste del auto, pago de asistentes (y muchas veces su comida), entre otros. Además, cada proyecto implica tiempo que dejamos de pasar con la familia y que no dedicamos a otras tareas personales o a nuestra casa.
No se trata de cobrar cada detalle por separado, pero sí de ser conscientes de todo lo que invertimos para evitar emocionarnos con lo que “parece” un pago grande, cuando en realidad se reparte entre varios días de trabajo y muchos costos escondidos.
Por eso también es importante mantener consistencia y coherencia en nuestras tarifas y criterios. Esto da estabilidad a nuestro propio mercado: los clientes que repiten entenderán mejor los ajustes entre un proyecto y otro, ya sea porque el volumen de imágenes aumenta o porque el uso final de las fotos es diferente, y no sentirán que los precios fluctúan de manera arbitraria.
¿Y entonces cuánto cobrar si estás empezando?
Si eres alguien que recién empieza a trabajar con clientes de este nivel, pero que ya ha hecho trabajos similares para negocios más pequeños, un rango más justo podría estar entre $1,000 y $2,000 dólares por el día.
¿Por qué? Porque cubre tus costos, reconoce el valor creativo y te mantiene competitivo frente a colegas más experimentados que cobran tarifas mucho más altas.
Conclusión
A mi colega le sugerí no quedarse en los $800–$1,200 dólares que pensaba inicialmente. En su lugar, le propuse un rango de $1,500–$2,000 dólares. Esto le permite crecer, negociar con dignidad y educar a sus clientes sobre el valor de su trabajo.
Cobrar bien no es inflar números, sino reconocer que cada foto que entregamos tiene un impacto comercial a favor de nuestro cliente.
Las fotos comerciales —las que sirven para vender productos— se pagan solas y generan ganancias para quien nos contrata.
Si nosotros no entendemos ese beneficio ni valoramos nuestro trabajo, nadie más lo hará.
- Eli S. Santa
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