¿Qué estás escuchando? | CULTURA POP con ELYSANTA

1Corintios 10:23

3 Todo me es lícito, mas no todo conviene: todo me es lícito, 

mas no todo edifica.

¿Qué estás escuchando?

La música tiene un nivel poderoso de influencia sobre nosotros. Dios nos hizo seres musicales. Los ritmos, las letras y el volumen mueven nuestras emociones y nos llenan la mente de ideas que pueden ser edificantes y beneficiosas o destructivas y sin beneficio para nuestras vidas.

1. Examina las letras de las canciones:

A veces asumimos que porque el coro dice una cosa, el resto de la letra tiene que ver con lo mismo. Creemos que porque una canción tiene letra cristiana es como consecuencia bíblica y esto no es necesariamente así.

2. Conoce los intérpretes y sus prácticas, creencias y trasfondos:

Cuando escuchamos la música de un artista o ministro estamos escuchando una comunicación directa de sus pasiones, puntos de vista, ideales y creencias. Esto nos impacta “Ministra”, es importante saber lo que representa la gente que auspiciamos con nuestro tiempo y dinero.

3. Considera el ritmo y sus orígenes:

Es verdad que la música es producto de la naturaleza creativa que tenemos como herencia de ser hijos de un Dios Creador. No obstante, muchos han entregado sus corazones a la maldad y al pecado y destilan de sus corazones ritmos que producen ira, sensualidad, rebelión y obscuridad. Debemos ser objetivos y cuidadosos con estas cosas, para esto hay que entender de donde sale lo que estamos escuchando y analizar su efecto en nuestras vidas y en la de los demás de manera honesta.

4. Pésalo todo: 

hemos sido llamados a evaluar las cosas que permitimos en nuestras vidas. No todo es bueno no todo edifica y cuando estamos buscando vivir vidas que agraden a Dios, nuestro filtro debe ser la palabra de Dios y su Espíritu Santo que nos enseña, nos confronta y nos redarguye cuando lo que estamos escuchando atenta con la Santidad que Dios ha depositado en tu vida.

1 Tesalonicenses 5:21-23

21 Examinadlo todo; retened lo bueno. 

22 Absteneos de toda especie de mal.

23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.

Dios te bendiga!